La liposucción es una de las cirugías estéticas más solicitadas a nivel mundial, especialmente por personas que, a pesar de mantener hábitos saludables y hacer ejercicio, no logran eliminar los depósitos de grasa localizada en ciertas zonas del cuerpo.

Este procedimiento consiste en la extracción de tejido graso mediante la inserción de una cánula delgada que succiona la grasa de áreas como el abdomen, muslos, caderas, brazos, espalda o cuello. No es un método para bajar de peso, sino una técnica para esculpir y definir el contorno corporal.

Gracias a los avances tecnológicos, hoy en día existen diversas técnicas como la liposucción asistida por láser (SmartLipo) o ultrasonido (Vaser), que permiten resultados más precisos y una recuperación más rápida.

Los candidatos ideales para esta intervención son personas con peso estable, buena elasticidad en la piel y sin enfermedades crónicas que puedan interferir en la cicatrización.

La recuperación varía según el caso, pero generalmente se recomienda el uso de fajas compresivas, evitar esfuerzos físicos durante las primeras semanas, y mantener un estilo de vida saludable para conservar los resultados.